Todos sabemos lo hermoso que es viajar, dejar por un tiempo las rutinas diarias y estar en otro lugar, con otro paisaje y otras personas. Hoy, gracias al control parcial de la pandemia, es posible comenzar a recuperar esta preciada actividad.
Sin embargo, antes de armar las valijas y emprender el viaje, aparece la preocupación de dejar nuestra casa sola. ¿Cómo hacer para que cuando regresemos todo esté como lo dejamos y podamos retomar nuestra vida normalmente?
A continuación, compartimos cinco puntos importantes a tener en cuenta para cuidar nuestro hogar y, así, viajar tranquilos.
1. Prever el pago de responsabilidades financieras regulares
Todos sabemos que los viajes implican un gasto extraordinario, y este a veces puede afectar a nuestras responsabilidades financieras diarias. Para esto, siempre se puede contar con la ayuda de alguien para realizar pagos como impuestos o alquileres.
En estos casos, también resulta fundamental contar con un respaldo de garantía. Si alquilamos, contratar un servicio como el seguro de caución Iúnigo es clave, ya que responderá por nosotros en caso de no poder realizar los pagos a tiempo.
2. Pedirle a alguien el favor de vivir en nuestra casa momentáneamente
A veces, el problema no es el pago de gastos mensuales que pueden desatenderse estando de viaje, sino el cuidado mismo de la casa. Para esto, si es posible, una buena idea es invitar a alguien de confianza a que viva en nuestra casa mientras no estemos.
Ya sea un amigo o un familiar, esta es una gran opción para asegurarnos de que todo lo que hay en nuestra casa sea cuidado correctamente hasta que regresemos. Recomendamos pedírselo a personas que no pongamos en un compromiso demasiado grande.
3. Dejarle una llave a alguien de confianza para cuidar la casa
Por supuesto que no es tan fácil encontrar quien pueda quedarse en nuestra casa mientras no estemos. Amigos o familiares tienen sus propias responsabilidades y quizás no puedan ausentarse de sus hogares durante todo el tiempo que dure nuestro viaje.
Una buena alternativa es dejarle una llave a alguien de confianza. Es una responsabilidad, pero menor. Así, nos aseguraremos que nuestro hogar se encuentre en buenas condiciones a nuestro regreso.
4. Encargarse de encontrar quien cuide a las mascotas
No es lo mejor hacer que nuestras mascotas abandonen la casa en la que viven, pero a veces no es posible que alguien vaya a verlas con suficiente regularidad. Y, sin dudas, sería peor que estén solas demasiado tiempo.
Una buena opción es enviarlas a una guardería, donde estarán atendidas por profesionales. Si esto supera nuestro presupuesto, se puede recurrir a un amigo que sea capaz de albergarlas. Lo ideal sería que las mascotas conozcan a la persona que las va a cuidar.
5. Cuidarse de no hablar demasiado de nuestra ausencia
Nunca está de más tomar precauciones. Por ello, lo mejor será comentar el viaje con la menor cantidad posible de personas.
Sucede que a lo mejor no encontramos a alguien que viva en nuestra casa o que vaya con regularidad. En este caso, es una buena idea que la menor cantidad de gente posible esté al tanto de nuestro viaje.