El Camino del Santo Grial es una peregrinación española que sigue los pasos de la copa de bendición utilizada por Jesús en la Última Cena, la reliquia más buscada de todos los tiempos. Netflix realizó un docu-serie llamado «Misterios de la Fe» y la peregrinación se ha vuelto muy atractiva para muchos viajeros. Aquí te contamos de que se trata.
Tras las huellas del Santo Grial
El Camino del Santo Grial es una ruta de peregrinación que se extiende desde Somport (el paso natural que conecta el Pirineo aragonés con Francia) hasta Valencia, pasando por casi un centenar de municipios de las provincias de Huesca, Zaragoza, Teruel, Castellón y Valencia.
Esta ruta turístico-cultural de más de 600 km está despertando la curiosidad de miles de peregrinos que buscan nuevos desafíos, itinerarios inéditos y sobre todo, rutas poco masificadas. Aunque todos los peregrinos comparten el mismo objetivo final: poder ver en vivo y en directo el Santo Grial, las motivaciones originales que los empujan a peregrinar son tantas como peregrinos existen y van desde la fe, al misterio que envuelve el propio artefacto, la pasión por la literatura artúrica y templaría, la superación física y mental o la apuesta por un turismo sostenible, slow, green y pausado que no contamina.
La riqueza de los paisajes y los espacios naturales son otros de sus atractivos fundamentales. El Km 0 de este camino nace en medio de un exultante paisaje pirenaico que va descendiendo lentamente hacia un entorno prepirenaico, seguido de campos de cereales, viñedos e incluso zonas esteparias dotadas de una peculiar personalidad. La entrada a la Comunidad Valenciana conecta al peregrino con la riqueza de una tierra donde los campos de almendros y los olivos preceden a los naranjos, la fértil huerta valenciana y finalmente al Mar Mediterráneo.
Lo cierto es que apenas unos días después de su estreno, el pasado noviembre, la serie «Misterios de la Fé: Temporada 1 ya figuraba en el Top 10 de Netflix de TV.
La serie documental de Netflix sobre el Camino del Santo Grial ha generado un gran interés en los peregrinos, quienes han solicitado credenciales para realizar la ruta a pie o en bicicleta. Además, se ha registrado un aumento exponencial en los mensajes recibidos en redes sociales de potenciales peregrinos interesados en la misma. La mayoría de las consultas provienen de Europa, aunque también se han recibido mensajes de Argentina y México, según la Dra. Ana Mafé, presidenta de la Asociación El Camino del Santo Grial.
Una ruta para los amantes de experiencias turísticas auténticas
En la actualidad, la peregrinación completa del Camino del Santo Grial está reservada para los amantes de experiencias auténticas y genuinas. Aunque el peregrino puede descargar los tracks de todas las etapas, todavía no existe una buena señalización ni una infraestructura consolidada como ocurre con la ruta jacobea.
La autenticidad de este camino tiene su cara y su cruz. Juega en contra del peregrino la improvisación, siendo recomendable decidir a priori dónde dormir y aprovisionarse, pues no hay tantos puntos logísticos como en el Camino de Santiago. Desde el lado positivo, este nuevo itinerario es una oportunidad única de conectar con el espíritu originario de los peregrinos medievales, así como transitar senderos no masificados donde uno puede conectarse con la naturaleza.
Alejandro Martinez Notte, argentino, y Cristina Monzón, valenciana, son dos peregrinos pioneros seleccionados por Netflix para contar su experiencia en el Camino del Santo Grial. Además de peregrinos, son creadores de contenido y comparten su experiencia a través de su canal Teleaire con el fin de facilitar la experiencia a futuros peregrinos.
Ambos definen el Camino del Santo Grial como una ruta genuina, sin aditivos ni conservantes. «El Camino del Santo Grial no está masificado. Aquí viajas sin más compañía que tu propio ego, intentando doblegarlo, sin dejar que el cansancio, la lluvia o el sol te disuadan. Es un camino muy puro, que te permite degustar la gastronomía tradicional, sin menús de peregrinos adaptados al turista y sobre todo, interactuar con los locales de una forma natural, tanto que en alguna ocasión nos han abierto las puertas de sus casas ofreciéndonos comida y cama».
Estos dos peregrinos reconocen que el Camino del Santo Grial está “siendo una oportunidad única de descubrir el patrimonio cultural y paisajístico del oriente de España, a paso lento, desde una mirada consciente y respetuosa con el medio ambiente”. Un turismo “Slow & Green” que no contamina ni deja huella de carbono.
Otra de las diferencias que encuentran con el camino jacobeo es que la ruta no sigue siempre la línea recta sino que se va deteniendo en los lugares emblemáticos donde la tradición o la historia aseveran que estuvo escondido o custodiado el Santo Cáliz. Espacios tan emblemáticos como Jaca, Santa Cruz de la Serós, el Monasterio de San Juan de la Peña, el castillo de Loarre o el palacio de la Aljafería en Zaragoza.
Qué el camino se encuentre en fase embrionaria no es un problema sino una etapa de su ciclo vital, destaca la presidenta de la Asociación El Camino del Santo Grial. También pasó por esta fase el Camino de Santiago, que se encontraba en el olvido y que en los años 50 y 60 del pasado siglo comenzó a recuperar tímidamente su prestigio gracias al apoyo institucional propiciado por Fraga, llegando su impulso definitivo a partir de 1982 con la peregrinación del Papa San Juan Pablo II.
Sin embargo, peregrinar no es la única manera de acercarse al Santo Grial. La ruta también puede realizarse en autobús, moto o coche, si bien entonces los “peregrinos” pasan a denominarse “turigrinos”, con la única diferencia con respecto a los primeros de no poder utilizar los albergues del camino.