Experiencia Heineken en Ámsterdam

Hace unos viajes atrás estuvimos girando por Europa, como diría Little Vicky, haciendo un tour cervecero por distintas ciudades emblemas para esta bebida tan antigua como exquisita. Y durante nuestra pasada por Ámsterdam, no podíamos perdernos la posibilidad de descubrir la «Heineken Experience», o Experiencia Heineken para los de este lado del mundo, una propuesta que mueve mucho turismo de todas partes del mundo y consiste en visitar la antigua fábrica donde se elaboró durante cien años la cerveza Heineken y que en la actualidad se ha convertido en un museo interactivo, una verdadera Experiencia. Cuack!

¿Cómo llegamos?

Pero vamos por parte. Lo primero es saber dónde queda y como llegamos. Pues bien, aquí les dejo el mapa con la ubicación… si llegan a visitarlo cargan en su GPS y listo.

Está ubicado sobre calle Stadhouderskade 78. Se puede llegar en tranvía bajando en la parada Stadhouderskade (Ferdinand Bolstraat) tal como lo muestra el mapa. Puedes tomarte las líneas 7, 10, 16, 24, 25 y 78.

Llegamos muy fácil al lugar, como le recomendé en otro de mis artículos (este) uso Maps.me y me soluciona la vida, porque me descargo el mapa de la ciudad, un día con conexión, marco puntos de interés a visitar y sin tener datos o conexión wifi, puedo navegar el mapa con una precisión sorprendente.

Días y horarios

Los horarios y días de visita son: lunes a jueves de 10.30 a 19.30, de viernes a domingo de 10.30 a 21.00. Última entrada dos horas antes del cierre. El 24/12 y el 31/12 el horario es de 10.30 a 16.00. Cerrado 1/1, 30/4 y 25/12.

Precios de las entradas

El precio de la entrada para adultos 16€; niños de 12 a 17 años 12.5€; Con la I Ámsterdam Card tenés un 25% de descuento. Con la entrada te dan una pulsera con dos pines que valen por dos cervezas al finalizar el tour.

Existe la posibilidad de comprar el ticket para el VIP Tour que cuesta 49€, este ticket te da acceso a una visita guiada a través de la experiencia de Heineken y una degustación de 5 cervezas premium maridadas con exquisito queso holandés. Los boletos solo son válidos para la fecha y hora en que se han reservado. El tour dura aproximadamente 2.30 horas.

Nosotros compramos el ticket solamente para la experiencia Heineken, por lo tanto les cuento que nos pareció.

Nuestra experiencia

Hace unos años atrás, en mi fanatismo por los documentales (de todo tipo), vi en NatGeo, uno sobre la historia de Heineken y en un tramo, hacen una pasada por el Heineken Experience, me pareció interesante. Cuando viajamos a Ámsterdam se me ocurrió que podíamos ir. No viajo sólo, ya lo saben y la verdad es que no había mucho quorum, sobre todo teniendo en cuenta la infinidad de propuestas que tiene esta ciudad, y que a priori pueden ser más interesantes que ésta…

Pero si bien no soy hijo único, soy bastante caprichoso y ese día se me metió en la cabeza de que quería ir a conocerlo y bue… ahí me ven.

La foto obligada en la puerta, de la cual no me enorgullezco.

Ah… de esta sí. Un antiguo carruaje con el que se hacía el reparto.

Una vez que ingresamos, nos explicaron las opciones, lo debatimos y luego de decidir el tour (ya les hable más arriba de las opciones) y abonarlo, nos colocaron unas pulseras verdes con dos perforaciones en los que se colocan dos pines verdes que luego pueden ser canjeados por dos vasos de cerveza, casi sobre el final de la experiencia (eso no lo supimos hasta que llegamos al final de la experiencia).

Digamos que la Heineken Experience, es un tour muy interactivo y auto guiado. Existe la posibilidad de bajarte una aplicación a tu dispositivo móvil en la cuál vas escuchando la explicación en cada sector del recorrido.

Lo primero con lo que uno se encuentra es con los orígenes de la empresa…

Según cuenta la historia

Todo empezó con el joven e inquieto Gerard Adrian Heineken que a los 22 años compró, el 15 de febrero de 1864, la vieja empresa de cervezas Hoviberg. Por aquel entonces, Gerard era un joven sin experiencia ni conocimientos sobre la elaboración de la cerveza y la fábrica que acababa de comprar perdía dinero ya que nadie bebía cerveza en Ámsterdam, preferían la corrosiva ginebra holandesa. Pero Gerard no era un hombre cualquiera y así lo demuestra esta carta conocida como la de “Todo o Nada”…

Esta carta que se ve en la imagen de arriba en la parte inferior izquierda, es la que le envió Gerard a su madre explicándola que quería el control total de la compañía que pensaba comprar. Era un visionario que quería cambiar la manera de beber de la nación.

El recorrido va atravesando diferentes etapas… en la primera como les mostré, conocerán la historia… los artefactos que se utilizaban, la exploración, la toma de muestras de los productos y por último exhibiciones interactivas de últimas tecnologías. luego van apareciendo vitrinas con elementos utilizados en la fabricación.

También herramientas utilizadas para la confección de los barriles…

y también podrán encontrar diferentes envases en los que se comercializaba la cerveza…

El recorrido continúa por la antigua sala de elaboración… este sector me gustó.

Esta planta lleva abierta al público desde 1991 pero se conoce como Heineken Experience desde el año 2001.

Camino al tramo final que es el bar, nos encontramos con muchos juegos interactivos y divertidos para aprender más sobre la marca. Además de competir, grabamos un video andando en bicicleta que luego nos auto enviábamos por correo electrónico, juro que lo busque pero no lo encontré.

Este juego era entretenido, competías para ver quién sirve la mejor pinta, teniendo en cuenta la cantidad de espuma que debe tener al momento de servirla. Me fue bien…

Sobra tecnología, en este caso son todas botellas de Heineken retro-iluminadas que además generan efectos bastante piolas.

Ya sobre el final del recorrido ingresamos a una sala grande, con una barra en el medio, donde nos hicieron una degustación en la que hicieron especial incapié en las características de la cerveza Heineken: el color, la espuma, el aroma y el sabor.

Sin dudas la parte más esperada por todos es la final… la visita al bar donde podes finalmente canjear los pines verdes por las benditas cervezas…

Mi veredicto

Déjenme decirles algo que seguramente jamás leyeron o escucharon, «sobre gustos no hay nada escrito«… y sí, es cierto. La visita está buena, no era lo que esperaba aunque la pasamos muy bien. Si llegan a Ámsterdam por pocos días tal vez esta no sea la mejor opción. Hoy conociendo de que se trata, si pudiera regresara el tiempo atrás no la volvería a hacer… creo que este destino tiene muchísimas actividades más interesantes que esta.

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Hasta la próxima experiencia!

@viajoconvos