En Puerto Madero se esconde Frenessí, un restaurante secreto que combina gastronomía, arte y tecnología en un viaje sensorial único con nueve pasos y escenarios inmersivos.
El secreto mejor guardado de Puerto Madero
En una calle discreta de Puerto Madero, detrás de una puerta sin letrero, se encuentra Frenessí, el restaurante que está redefiniendo lo que significa salir a comer en Buenos Aires. No se trata de una simple cena, sino de una experiencia inmersiva donde gastronomía, arte y tecnología se combinan para crear un espectáculo inolvidable.

Un viaje sensorial a través de nueve mundos
El recorrido comienza con un anfitrión que recibe a los comensales y los conduce a una sala blanca y minimalista, con capacidad para solo 16 personas en una gran mesa central. En segundos, ese lienzo neutro cobra vida: luces, aromas, proyecciones, música y hasta la temperatura transforman el ambiente en nueve escenarios diferentes. Desde los glaciares de la Patagonia hasta el calor de la selva misionera, pasando por el fondo del mar o el espacio exterior, cada plato se acompaña de un universo visual y sonoro que amplifica la experiencia.

La cocina tecnoemocional llega a Argentina
Frenessí introduce en el país el concepto de cocina tecnoemocional, donde cada bocado es una emoción diseñada. El menú degustación de nueve pasos, cuidadosamente maridado, no tiene carta: es un guion gastronómico que sorprende y emociona, pensado para despertar la curiosidad y los sentidos. Ingredientes locales son transformados en obras efímeras que juegan con texturas, sabores y técnicas de vanguardia.
Un equipo multidisciplinario detrás del sueño
La propuesta es liderada por Grupo Seratta y un equipo interdisciplinario que reúne a chefs, sommeliers, bartenders, ingenieros, diseñadores, luminotécnicos, artistas visuales e ilusionistas. La sala cuenta con tecnología Dolby Atmos, lo que permite un sonido tridimensional que convierte cada escena en un espectáculo inmersivo.
“El desafío no fue solo cocinar platos exquisitos, sino construir emociones comestibles. Queríamos que las personas no solo coman, sino que sueñen, recuerden y se emocionen. Si no emociona, no funciona”, afirma Sam Sánchez Lamas, Director Operativo de Frenessí.
Comer el futuro, hoy
Cada detalle —desde los aromas hasta la puesta en escena— está pensado para estimular los sentidos y conectar emoción con sabor. Frenessí no se anuncia: se descubre. Y quienes lo viven, difícilmente lo olvidan.







