La idea de redescubrir la historia de las Ruinas de Pompeya, dio vueltas por mi cabeza durante muchos años… desde este lado del mundo soñaba con poder caminar las calles de aquella ciudad de la Antigua Roma que fuera declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco (en 1997). Pero un día me propuse dejar de soñar con los ojos cerrados para hacerlo con los ojos abiertos y aquí estoy, dando valor a aquella expresión anónima que dice que “La vida no se mide por el número de respiraciones que tenemos, sino por los sitios y momentos que nos quitan la respiración”, Pompeya no sólo me quitó la respiración sino que también me dio un motivo más, para seguir viajando…
Quiero aclarar antes de empezar, que en este artículo les compartiré mi experiencia, por lo tanto no necesariamente tiene que ser la misma que la de ustedes, los lugares que describo basados en la audioguía, son los que a mi me han llamado la atención y la selección responde a eso.
Tips para la visita a Pompeya
» Antes de visitar Pompeya, es importante tener en cuenta que la zona arqueológica tiene una extensión muy importante (45 hectáreas) y si quieren recorrerla por completo, les demandará no menos de 5 horas, por lo tanto la recomendación es que lleguen temprano para poder disfrutarla de punta a punta.
» Lleven ropa y calzado cómodo, ya que la mayoría de las calles son de adoquín y piedras grandes, donde muchas veces se dificulta caminar con calzado inapropiado y hasta pueden resbalarse.
» No se permite el ingreso con trípodes para cámaras fotográficas y/o filmadoras por lo tanto es inútil cargarlas hasta el lugar, se lo harán dejar en el ingreso. Lo mismo sucede con las mochilas grandes, deberán dejarlas en unos lockers en el ingreso y les darán una bolsa con manijas grandes para colgarlas del hombro y poder llevar algunas cosas imprescindibles como un termo o cantimplora y algún abrigo por si refresca.
» Dentro del predio podrán encontrar varias canillas que datan de vieja época y de las cuales podrán obtener agua potable para rellenar la cantimplora o botella.
» Si tu visita está decidida, más allá de que al ingresar podrás adquirir audioguías o un explicativo, lo ideal es poder investigar y leer un poco sobre la historia del lugar para poder hacer la visita un poco más llevadera.
Cómo llegar a Pompeya
Como les anticipé al comienzo, la idea es transmitirles mi experiencia por lo tanto les contaré sobre una de las alternativas para llegar a Pompeya desde Positano, lugar donde me aloje y desde dónde decidí realizar la excursión.
Partí desde Positano en un autobús de la empresa Sita Sud, una línea local que recorre la bellísima Costiera Amalfitana, en este caso rumbo a Sorrento, desde dónde debía tomar el tren hasta Pompeya. El costo del boleto ida y vuelta a Sorrento es de 3,60 EUR (un dato importante es que la mencionada empresa, dentro de Positano tiene dos paradas, una de ellas en Chiesa Nova y la otra en Sponda, teniendo en cuenta en qué sector de la ciudad te alojes, te convendrá tomar el autobús en una u otra, hay que tener en cuenta que no te venden los pasajes arriba de la unidad por lo tanto busca dónde comprarlos, por lo general cerca de la parada hay puestos de venta).
El autobús tiene como destino final la Circumvesuviana de Sorrento, desde dónde parte el tren de servicio común que luego de unos 30 minutos te deja en la estación Pompei-Scavi-villa dei Misteri, el precio de este último es de 4,40 EUR ida y vuelta. Parte cada 30 minutos.
Una vez llegado a la estación, hay que cruzar hacia la vereda de enfrente y ni bien sales de la estación caminas aproximadamente unos 100 metros pasando frente a una gran cantidad de puestos gastronómicos y de souvenirs del lugar hasta llegar a la Puerta Marina, uno de los accesos principales y lugar donde comprar el ticket de ingreso a las Ruinas de Pompeya.
Horarios de visita.
Desde el 1 noviembre hasta el 31 de marzo: Todos los días de 8:30 a 17:00 horas.
Desde el 1 de abril hasta el 31 de octubre: Todos los días de 8:30 a 19:30 horas.
Precio de la entrada y audioguías.
Aclaro que mi visita la realice el día 11 de Abril del 2016, y el pase individual me costó 12 EUR. Te ofrecen el servicio de audioguías por un costo de 5 EUR, pero si no quieres gastar ese dinero, en la cabina de informes pueden retirar de manera gratuita un mapa del lugar y un pequeño libro del idioma que quieras, dónde cuenta exactamente lo mismo que la audioguía, por lo tanto si no tienes problemas en detenerte a leerlo delante de cada sector, es una buena opción.
Pompeya, un viaje en el tiempo
Ingresar a Pompeya por la Puerta Marina es como viajar en el tiempo… de un lado (el de afuera) la realidad, pero en la medida que caminamos atravesando el túnel por debajo de la arcada principal -destinada en aquella época al paso de caballos y animales de carga-, de a poco vamos despojándonos de nuestra moderna vestimenta, para salir del otro lado del portal vistiendo una túnica de lana o lino, respirando el aire de la antigua ciudad romana, escuchando el bullicio de sus pobladores y sumergidos en el ritmo cotidiano de una ciudad que supo gozar de buena prosperidad.
Cuenta la historia, -al menos la que pude descubrir en mi visita a esta antigua ciudad romana- que mucha de la información sobre el origen de la ciudad es incierta. Según los hallazgos más antiguos, que se pueden datar entre finales del siglo VII a.C. y la primera mitad del siglo VI a.C., cuando se construyó la primera muralla, Pompeya delimitaba un área de 63,5 hectáreas.
Con el correr de los años, se convirtió en una ciudad rica, repleta de palacios, monumentos e imponentes jardines, disfrutando de gran prosperidad cuando sufrió el primer golpe, allá por el año 62 d.C un violento terremoto sacudió toda la zona vesubiana generando una destrucción bastante importante, a pesar de esto, en Pompeya la reconstrucción comenzó de inmediato, pero la naturaleza no le dio respiro y 17 años después cuando todavía se trabajaba intensamente en la reconstrucción, un 24 de Agosto del 79 d.C, el Vesuvio comenzó una repentina erupción y en muy poco tiempo la cubrió por completo de cenizas y lapilli (pequeñas piedras expulsadas durante una erupción volcánica).
Fueron muchísimos años, los que permaneció en el olvido. Su redescubrimiento se produjo a finales del siglo XVI pero las exploraciones comenzaron en 1748, con el rey de Nápoles Carlos III de Borbón y continuaron sistemáticamente durante el siglo XIX, hasta los años más recientes, cuando se realizaron obras de restauración y valoración de la ciudad antigua y de su patrimonio excepcional de edificios, esculturas, pinturas y mosaicos. El área arqueológica de Pompeya abarca cerca de 66 hectáreas, de las cuales tan sólo unas 45 fueron excavadas.
La subdivisión de la ciudad en regio (barrios) e insulae (manzanas) ha sido realizada por Giuseppe Fiorelli en 1858, por razones de estudio y para que resultara más fácil orientarse.
Qué ver en Pompeya
Si visitas Pompeya te recomiendo que te des una vuelta por las últimas obras de restauración de seis grandes casas o “domus”: la Fullonica di Stephanus, suerte de lavandería pública; la Casa del Criptopórtico, destinada a baños termales; la suntuosa mansión Casa del Efebo, y las casas particulares de Paquius Proculus, del Sacerdos Amandus y Fabius Amandio. Estos trabajos se suman a la recuperación, en marzo del año 2015, de la llamada Villa de los Misterios, una hacienda ubicada en las afueras del casco principal de la ciudad, que cuenta con maravillosos frescos pintados en sus paredes interiores.
El Foro Civil representa el centro de la vida cotidiana de la ciudad, hacia él miran todos los principales edificios públicos para la administración de la ciudad y de la justicia, para la gestión de los negocios, para las actividades comerciales, como los mercados, además de los principales lugares de culto ciudadano. Fue modificado profundamente entre los siglos III y II a.C.
La Basílica, con su extensión de 1500 metros cuadrados era el edificio más suntuoso del Foro, y tenía la función de espacio para la gestión de los negocios y la administración de la justicia. La Basílica se puede datar entre el 130-120 a.C., y representa uno de los ejemplos más antiguos de este tipo de edificio en todo el mundo romano.
Dos de los lugares más escalofriantes para visitar y que dan muestra de lo repentina de la erupción son:
El Huerto de los Fugitivos, una zona que estuvo ocupada por viviendas, se había transformado en los años precedentes a la erupción en viñedo, con un triclinio para banquetes al aire libre cubierto por una pérgola. Dentro del recinto, en varios puntos se descubrieron 13 víctimas, adultos y niños, sorprendidos por la muerte mientras intentaban escapar por Puerta Nocera. La fuga se interrumpió a causa de una nube piroclástica que produjo muerte por asfixia y por las altas temperaturas.
Los Graneros del Foro, se encuentran en la zona occidental del Foro, cumplían la función de mercado de la fruta y verdura. Actualmente son el depósito arqueológico más importante de la ciudad y albergan más de 9 mil descubrimientos provenientes de las distintas excavaciones llevadas a cabo en la zona. Entre ellos, se conservan vasijas y recipientes en terracota, ánforas, hornillos, tablas de mármol, pero sin dudas lo más crudo es ver las figuras de algunos de los cuerpos que fueron encontrados bajo las cenizas.
Las Termas del Foro, se encuentran en la parte trasera del templo de Júpiter y se remontan a los años inmediatamente sucesivos a la fundación de la colonia de veteranos por parte del general Silla (80 a.C). La zona para hombres y la zona para mujeres tenían entradas diferenciadas.
Un lugar por demás curioso es el famoso Lupanar, donde las prostitutas, normalmente esclavas griegas y orientales, ejercían su profesión siendo pagadas entre los dos y los ocho ases (una copa de vino costaba uno). El edificio es de dos pisos. En el superior están las habitaciones del dueño y de las esclavas, en el inferior cinco habitaciones con cama de piedra cada una. En las paredes del pasillo central se pueden encontrar pinturas con representaciones eróticas cuentan a los clientes las actividades que se desarrollan.
El Anfiteatro, es el más antiguo entre aquellos conocidos en el mundo romano. Construido en el año 70 a.C., poco después de la fundación de la colonia, por iniciativa de los magistrados Caius Quinctius Valgus y Marcus Porcius, podía contener hasta 20 mil espectadores.
El Teatro Grande y el Pequeño, el primero fue realizado aprovechando la pendiente natural de la colina para la construcción del auditorio. Se construyó hacia la mitad del siglo II a.C., y fue restaurado según el gusto romano. Este fue el primer gran edificio que se limpió completamente de los depósitos de la erupción. El segundo conocido como Odeion o theatrum tectum como lo llamaban los romanos, se construyó durante los primeros años de la colonia (79 a.C.), como demuestra una inscripción, por voluntad de dos magistrados locales, Marcus Porcius y Caius Quinctius Valgus, que hicieron construir también el Anfiteatro. Este edificio era el lugar dedicado a la representación del género teatral más de moda en la época, el mimo, y podía ser utilizado también para exhibiciones musicales y de canto.
Les dejo el video de la experiencia por acá
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