Sin dudas, los esquiadores empedernidos sueñan con salir de sus casas o alojamientos casi que con las tablas puestas. Lugares como éstos los hay, en nuestro país y en muchos otros sitios del mundo.
Sin embargo, hay un sin número de personas que, no tan fanáticas del esquí o el snowboard, aman el contacto con la nieve, con la naturaleza adormecida a esta altura de la estación blanca y hacer cosas en sus vacaciones de invierno que no se hacen habitualmente en casa.
A ellos, muy especialmente, Junin de los Andes le dedica este invierno: a los que quisieran darse el tiempo de hornear galletas o amasar pan con sus hijos con la ayuda de un profesional, probar comidas especiales, aprender a hacer cerveza o catar sus variedades, tomarse un buen espumante a la orilla de un lago con el Lanín blanquísimo de fondo, jugar con la nieve libremente, caminar por senderos casi sin gente o aprender a andar a caballo desde cero.
Estas y muchas otras actividades son las que nuestra localidad cordillerana ha planificado para ustedes para este invierno.
Los hoteleros están listos para ofrecerles estas alternativas, con condiciones, cuidados y precios, de la mano de prestadores habilitados.
Paseos pedestres urbanos y suburbanos permiten al visitante desentrañar los orígenes y devenir del pueblo más antiguo de la provincia, dándole sentido a su fisonomía actual, en una entretenida caminata de la mano de guías profesionales, especial para los que aman disfrutar de la paz y mirar conscientemente el paisaje, la fauna y vegetación del lugar.
Un sitio exquisito para caminar en esa paz es el parque escultórico del Vía Christi, en las laderas hacia el oeste del valle. Hay que estar preparado para las numerosas interpelaciones que la interpretación del autor propone y que, más allá de su contenido particular, se manifiesta en bellas obras de arte al aire libre de tamaños casi colosales y de fuerte dramatismo, coronadas por el gigante y visible desde todo Junín “Cristo Luz” que emerge del vientre de la Madre Tierra a la vez fantástica y naturalmente, Se puede acceder a su interior, meditar o simplemente dejarse llevar por la atmósfera llena de luz que en él se percibe.
Pesca de invierno? Si!!!!!!! Junín de los Andes se encuentra a menos de 1 hora de ambientes que se mantienen abiertos TODO EL AÑO!!! Lógicamente el clima determinará la posibilidad de disfrutar de esta opción embarcada, mientras tanto, nuestros guías locales conocedores a fondo, asegurarán una pesca espléndida, estando listos para recibir consultas y compartir secretos.
Párrafo aparte amerita una especial propuesta de manos de una escuela de equitación local: por qué no iniciarse en la actividad ecuestre? Por qué no mejorar las capacidades de quien ya ha experimentado andar a caballo? En las inmediaciones del mítico Lago Huechulafquen, con semejante entorno de sueño, esto es posible.
En esa misma área, la navegación en el sistema de lagos más hermoso y variado de norpatagonia es posible con reserva previa y un mínimo de pasajeros. Un paseo entre el Huechulafquen, el Paimún y el Epulafquen ofrece una sucesión de expresiones de la Patagonia Andina que bien podría erigirse en un catálogo completo: volcanes, escoriales, bosque de bonsáis, acantilados, cascadas, playas de arena negra y hasta una capilla exquisita. De estilo ecléctico, suma desde una cúpula cebolla de cobre hasta un altar esculpido en una sola pieza de madera nativa, vitrales y numerosas piezas de arte en su interior, dedicada a María Auxiliadora de Paimún.
La base del Volcán Lanín por su cara norte, en el área Tromen del Parque Nacional del mismo nombre, permite a visitantes y lugareños disfrutar de la nieve en un entorno 100% natural. Allí no hay medios de elevación… un buen calzado impermeable y una muda de ropa para cambiarse si nos mojamos de tanto divertirnos en la nieve son suficientes. Un hermoso sendero por el bosque, de dificultad menor, nos permite llegar caminando hasta la misma base del coloso de la cordillera neuquina para tirarnos en trineos, hacer una guerra de nieve o simplemente caminar y admirar el paisaje espectacular. En este caso conviene siempre anunciarse con el guardaparque del sitio para mayor tranquilidad. En estos lugares, las raquetas de nieve son “lo más” y pueden alquilarse en el pueblo a valores razonables.
Este bosque, al igual que varios otros de la región, es el hogar permanente de los famosos pájaros carpinteros gigantes de copete rojo. Si bien no se ven permanentemente, la probabilidad de verlos y/o escucharlos es bastante alta, sobre todo si se camina sin hacer mucho ruido. De hecho, no son huidizos, sino que, por el contrario, a veces están taladrando un tronco en busca de comida y no se inmutan por el paso del caminante. El TOC-TOC tan característico, si uno camina en relativo silencio, ayuda a localizarlos fácilmente. Los numerosísimos huecos en los árboles dan cuenta de la vitalidad y permanencia de ellos en este sector.