En su día mundial (17 de abril), exploramos la fascinante trayectoria del Malbec en Argentina, un romance sellado por el terroir mendocino, y cómo la icónica bodega Luigi Bosca celebra esta cepa emblema con una visión innovadora y tres etiquetas que marcan tendencia.
«Nosotros no elegimos el Malbec, el Malbec nos eligió a nosotros». La contundente frase de Alberto Arizu (h), heredero de la cuarta generación de la emblemática familia bodeguera, resume a la perfección la profunda conexión entre esta cepa de origen francés y la tierra argentina. Cultivado con pasión por inmigrantes durante más de un siglo, el Malbec encontró en las alturas y el clima seco y soleado de Mendoza, irrigado por las puras aguas del deshielo andino, el terroir perfecto para florecer y convertirse en un símbolo indiscutible del vino argentino a nivel global.
A pesar de la evolución de los mercados y las tendencias, el Malbec se mantiene como un fiel representante del paladar argentino en cada rincón del mundo. En este contexto, Luigi Bosca, con más de 100 años de historia vitivinícola, ha sido un testigo privilegiado y un actor clave en la consolidación de esta cepa, cultivándola con una mirada vanguardista y adaptándose a los cambios climáticos, las particularidades de cada terroir y las últimas tecnologías enológicas.
Las tendencias globales en el consumo de vino apuntan hacia una preferencia por etiquetas más frescas, suaves y con menor presencia de madera, donde la elección se convierte en parte de una experiencia de disfrute integral. Consciente de estas demandas, Luigi Bosca ha enfocado sus esfuerzos, desde el viñedo hasta la elaboración y crianza, en responder a estos nuevos paladares. «Buscamos preservar el punto óptimo de madurez de la uva para conservar su acidez natural y aplicar un manejo preciso del proceso de maceración, logrando vinos amables, sedosos y que mantengan la elegancia que nos define», explica Pablo Cúneo, Director de Enología de Luigi Bosca.
En la antesala del Día Mundial del Malbec (17 de abril), una celebración instaurada desde 2011, Luigi Bosca invita a redescubrir tres de sus Malbecs más representativos, vinos que no solo honran la tradición sino que también marcan un camino de innovación y reflejan la constante «redefinición» de la variedad desde los inicios de la bodega:
- Luigi Bosca Insignia Malbec: Con 113 años de historia en su elaboración, este vino ha sabido mantenerse fiel a su esencia, ofreciendo un equilibrio perfecto entre la madurez y elegancia de Luján de Cuyo y la frescura y vibrante acidez del Valle de Uco. Un Malbec complejo, con buen volumen y notas florales distintivas.
- Luigi Bosca De Sangre Malbec Valle de Uco: Proveniente de fincas propias ubicadas en las prestigiosas zonas de Los Árboles y Paraje Altamira, este Malbec exhibe la tensión, frescura y concentración características del Valle de Uco. Con notas minerales, florales y especiadas, este vino respeta la identidad de su terroir único.
- Los Nobles Vistalba Malbec DOC: Elaborado bajo las estrictas normas de la Denominación de Origen Controlada Luján de Cuyo (categoría DOC Distrital Vistalba), este vino despliega aromas intensos a frutos rojos como frutilla y cereza, elegantemente integrados con notas tostadas y especiadas de su crianza. En boca, es profundo, amplio, jugoso y de carácter frutal bien definido.
En este Día Mundial del Malbec, Luigi Bosca no solo celebra una cepa icónica, sino que reafirma su compromiso con la innovación y la excelencia, invitando a los amantes del vino a explorar las múltiples facetas de este varietal que continúa conquistando paladares en todo el mundo.
