Viedma apuesta a sus playas, la naturaleza agreste, sus vestigios históricos y a su identidad cultural para atraer a los turistas en esta temporada de verano, según autoridades de Turismo de la capital de Río Negro y de esa provincia.
El balneario El Cóndor, a 30 kilómetros de la ciudad y sobre la costa marítima, es el punto de partida de la denominada Ruta de los Acantilados, uno de los principales atractivos del circuito Playas que ofrece para este verano.
Esta villa marítima, también conocida como La Boca, por su cercanía con la desembocadura del río Negro, cuenta con un apostadero de lobos marinos y varios espacios para practicar deportes náuticos y pesca.
Otros de sus atractivos son el faro Río Negro, el más antiguo de la Patagonia, y el mirador que honra al santo Ceferino Namuncurá.
La desembocadura del río Negro, protegida por dunas, ofrece la posibilidad de pescar desde la costa o embarcado, practicar windsurf y canotaje y realizar safaris fotográficos y avistamiento de fauna marina y terrestre.
Andrés Papáttico, integrante de la Dirección de Acciones Promocionales del Ministerio de Turismo, Cultura y Deportes de Río Negro, señaló que desarrollarán «los circuitos Recreativo e Histórico-Ribereño, que en un recorrido de cinco kilómetros por la costanera permiten conocer los principales balnearios, las zonas de actividades deportivas y sitios históricos de importancia nacional».
El circuito Histórico-Ribereño recorre el puente ferrocarretero sobre el río Negro que une la ciudad bonaerense de Carmen de Patagones, la plazoleta del Fundador, el Centro Municipal de Cultura, el puente Pucará, el Muelle de las Anclas, el edificio del Ministerio de Economía, el barco hundido y el puente Villarino.
El circuito Histórico-CulturaL pasa por la plaza Alsina, el Concejo Deliberante, la manzana histórica de la Catedral y los museos, la Asociación Amigos de lo nuestro, la Legislatura, la plaza San Martín, el edificio histórico municipal, la residencia de los gobernadores y los edificios del Banco Nación, Tribunales y Casa de Gobierno.
Papáttico afirmó que «estos trayectos permiten tener una idea acabada de los atractivos urbanos de Viedma» y dijo que los mismos «encuentran un complemento ideal con el producto playas».
Desde el balneario El Cóndor parte el Camino de la Costa, que pasa por las playas El Espigón, Playa Bonita, La Lobería, Punta Bermeja, Bahía Rosas y Bahía Creek.
El Espigón se caracteriza por la presencia de un gran peñón unido a la costa por pasarelas que son utilizadas por los amantes de la pesca y es un lugar ideal para el surf, por sus grandes olas.
Playa Bonita ofrece aguas verdes cristalinas y altos acantilados que protegen del viento, mientras que en La Loberia el turista puede disfrutar de sus piletones naturales y de una colonia de lobos marinos.
En Punta Bermeja hay un asentamiento natural de más de 4.000 lobos marinos de un pelo, que es la mayor colonia del país y su principal atractivo.
Bahía Las Rosas y Bahía Creek son las únicas costas sin acantilados y por ese motivo los mejores sitios para observar el amanecer y los atardaceres junto al mar.
Entre Viedma y El Cóndor suman casi 3.500 camas hoteleras y unas 11.000 plazas para acampar, una infraestructura que por ahora es suficiente para dar respuestas al aluvión de turistas que llega en el verano.